jueves, octubre 26, 2006

Gracias George W. Bush


Hace casi un mes que no escribo, las visitas disminuyen cuando no lo hago, puede ser el cansancio del fin de año que se avecina o el desanimo o las distracciones que suelen aparecer con la primavera, en fin pese a todo los temas están ahí esperando ser comentados y discutidos, decidí asomarme por el mail y mirar que me enviaba la BBC en sus titulares diarios y me encuentro con otra de sus payasadas. Si una frase ridícula, una tontera tratando de pasar como una gran reflexión, para el bronce, para la posteridad en algún folletín, un material de estudio sicopatológico, en fin otra salida de nuestro inefable emperador George W. Bush "dijo que los civiles han experimentado una violencia impensable."Sé que muchos estadounidenses no están satisfechos con la situación en Irak", dijo, "yo tampoco estoy satisfecho". Impensable para un cerebro que no piensa, impensable el grado de destrucción y violencia que ha traido la intervención de Estados Unidos y sus aliados a una nación que tenía serios problemas y que ciertamente necesitaba de un tránsito de una dictadura a un regimen distinto, adecuado a su cultura e historia que avanzara en el respeto a los derechos humanos, respetando occidente el ritmo y la forma de un proceso en el que se pudiese mejorar las posibilidades de desarrollo humano para la mayoría de su población. Es cierto que el regimen de Sadam Hussein no representaba el anhelo de plenitud que existe en todo ser humano, con los parámetros culturales que cada nación tiene y que, además de ser un estado opresivo, era un estado agresivo con los paises vecinos y que la comunidad internacional tenía que generar una presión para modificar el estado en el que se encontraba el pueblo iraquí y asegurar la estabilidad de una zona del mundo particularmente inestable.


Sin embargo las excusas de Bush y sus aliados para justificar la invasión no resisten el menor análisis, sobre todo si se piensa en otros regimenes, que bajo una aparente adhesión al modelo de mercado, esconden las más crueles violaciones a los derechos humanos y no son reconvenidos por Mister Danger quien hace la vista gorda con paises como China, que hace 17 años masacró a estudiantes universitarios que demandaban cambios en ese gigantesco país. Hoy algunos sobrevivientes de la masacre siguen luchando, sin dejar de lado sus ideales sienten que por un lado el regimen no hace una apertura democrática y por otra ha hecho una incorporación de la economía de mercado traicionando a la clase obrera que decía representar la que, como en nuestros paises, es víctima de las desregulación neoliberal. Mr Bush calla, se guarda para cuando no sea presidente seguir con sus payasadas en el mundo del capital. Gracias MR. danger no se me ocurría de que escribir y tus palabras han motivado mis letras.

sábado, octubre 07, 2006

LIBROS EN EL METRO


Ayer viernes al abordar el metro, temprano en la mañana, me llamó la atención que en muchos asientos habían libros de variadas temáticas y autores, al sentarme tome un ejemplar de uno que tenía por título "Cuentimonios e Invenciones" de Salvattori Coppola, autor chileno con nombre y apellido italiano. Recordé haber visto algunos afiches que anunciaban que el día 6 de octubre comenzaría a desarrollarse una iniciativa conocida como "Libros Vagamundos". El proyecto consiste en socializar, utilizando para ello el Metro Regional, la práctica de dejar libros en sitios públicos, de modo que quien se interese los pueda leer, con el único compromiso de volver a dejarlos a disposición de los potenciales lectores."Libros Vagamundos" fue desarrollado por las alumnas Sofía Gomez y Camila Bascuñan, junto con Andrés Link, estudiante de la Alianza Francesa. Consiste en dejar libros en los asientos del Metro Regional de Valparaíso para que cada persona que viaja pueda tomarlos y leerlos de forma gratuita (llevándoselos incluso a sus casas), para luego devolverlos en cualquier vagón de modo que se reinicie el ciclo. El proyecto cuenta con el apoyo de la Alianza Francesa de Valparaíso, la Maison de France, el Diario Le Monde Diplomatique, el Ministerio de la Cultura y el Metro de Valparaíso.El viernes, 10 libros estarán dispuestos en cada vagón del metro de Valparaíso desde las 6 de la mañana. Irán de Limache a Valparaíso y viceversa, para que a las 19:30, en la estación de Limache, se de inicio oficialmente –ante la prensa y autoridades- a la idea “Libros Vagamundos”.

miércoles, octubre 04, 2006

A 18 Años del Triunfo del No.

El 5 de octubre de 1988 Chile dió un importante paso en la recuperación de la democracia, la oposición a la dictadura de Pinochet triunfó en el plebiscito del Si o el No a su continuidad, la franja televisiva tuvo una importancia relevante en este triunfo, aquí va un recuerdo:


martes, octubre 03, 2006

El Papa y sus declaraciones sobre el Islam.

La actitud del Papa Benedicto XVI está provocando justificadas iras entre las comunidades islámicas por causa de la desafortunada cita de un emperador bizantino del siglo XIV, según el cual «Mahoma defendía cosas malas e inhumanas, como su orden de difundir la fe por la espada». También ha causado escándalo y vergüenza entre los cristianos. La cita es totalmente inoportuna. El Papa conoce muy bien el enfrentamiento que existe ahora entre el Islam y el Occidente, que hace la guerra a Afganistán e Irak y que apoya abiertamente la causa israelí contra los palestinos, de mayoría islámica. En este contexto, la cita alinea al papa con las estrategias bélicas de Occidente. ¿Cómo no irritarse contra esa actitud?
A nosotros, cristianos, la actitud del Papa nos deja perplejos, pues pertenece a la esencia cristiana perdonar y rezar como el pobrecito de Asís: «donde haya ofensa, que yo lleve perdón». No queriendo perdonar, el Papa legitima a todos los que no quieren pedir perdón ni en la vida cotidiana, ni a los negros que esclavizamos por siglos, ni a los sobrevivientes de los pueblos indígenas que diezmamos. Si el papa no hace oficialmente un acto de disculpa, nos da un mal ejemplo. No cumple el mandato del Señor de «confirmar a los hermanos y hermanas en la fe».
Pero este gesto suyo no es aislado. Como cardenal se opuso a la entrada de Turquía en la Comunidad Europea por el simple hecho de ser de mayoría musulmana. Hace poco tiempo suprimió en el Vaticano la instancia que promovía el diálogo Cristianismo-Islam. En el documento Dominus Jesus, de su autoría, del 15 septiembre de 2000, uno de los textos más fundamentalistas de los últimos siglos, afirma que «la única religión verdadera es la Iglesia Romana Católica» y que «los seguidores de otras religiones, en lo que refiere a la salvación, objetivamente se encuentran en una situación gravemente deficitaria». Los encuentros con otras religiones no tienen sentido porque «es contrario a la fe católica considerar a la Iglesia como una vía de salvación al lado de otras». Sobre este trasfondo, no causa extrañeza su discurso en la Universidad de Ratisbona. Aun así, ¿no sería más digno que el Papa pidiera claramente perdón por las incomprensiones que provocó aunque fuera involuntariamente? ¿Por qué no lo hace?
Para entenderlo, se necesita comprender la ideología infalibilista que rige en el Vaticano y en general en la Iglesia. Según ella, el papa no puede equivocarse, aunque el dogma de la infabilidad sea muy restringido. Éste afirma que el papa solamente es infalible en situaciones bien delimitadas, gozando en tal caso, personalmente, de la infalibilidad de toda la Iglesia. Pero la ideología infalibilista, de manera ilegítima, atribuye infalibilidad a todas las palabras del Papa. Si él pide perdón, confiesa que se equivocó, lo cual no está permitido por el infalibilismo.
En la cabeza del papa Benedicto XVI funciona el despotismo papal, formulado ya en 1302 por Bonifacio VIII que rezaba: «a toda criatura humana le es absolutamente necesario para su salvación estar sometida al Papa de Roma». Esto ni siquiera fue abolido por el Concilio Vaticano II en 1964. Se introdujo en los textos una «Nota explicativa previa» donde se reafirma que el Papa puede actuar siempre «según su parecer personal» tal como para el nombramiento de obispos, para establecer normas y para establecer políticas eclesiásticas. En otras palabras: Un papa puede autónomamente decidir todo; mil millones de católicos juntos no pueden decidir nada. Este absolutismo nos hace entender las razones del Papa para no pedir perdón.


Leonardo Boff