miércoles, julio 22, 2009

PROFETAS EN DEMOCRACIA

Los tiempos dificiles nos ponen a prueba, esto parece un lugar común, una frasecita hecha para poner en una tarjeta pero, sin embargo, hoy por hoy estas simples palabras cobran vigencia, toda vez que vivimos tiempos complicados. Algunos podrán poner el acento en que la complicación viene por el lado económico, otros por el individualismo y la competencia o por la inseguridad, creyendo que todas estas opciones son legítimos argumentos para reafirmar la frase inicial, quiero hacer referencia a una dimensión del ser humano que ha tenido expresiones fuertes y heroícas, precisamente, en tiempos dificiles y esta no es otra que la "dimensión profética". Leyendo en la perspectiva de la teología de la liberación, la acción profética, derivada del ejercicio de esta dimensión, es la lectura de los signos de los tiempos denunciando todo aquello que oprime y esclaviza a las personas y anunciando un nuevo orden liberador.
Es así que, en tiempos dificiles en América Latina, ante la ausencia de democracia, hubo muchas y muchos que con distinta intensidad vivieron esta dimensión en los contextos en los que les tocó actuar. La llegada de la democracia pareciera haber adormecido el profetismo dando paso al acomodo y a la aceptación de situaciones visblemente contrarias a los valores que deciamos defender, algunos callamos para no perjudicar a nuestro sector o aceptamos lo que estamos dispuestos a criticar en otros. Y hay algunos que rasgan vestiduras frente a alguien que se atreve a ponerse en medio de los pobres para acompañarlos en su desgracia.
Necesitamos profetas, capaces de darse cuenta de las incoherencias del sistema que hemos construido y de las que tienen algunos en los que se ha depósitado la confianza de tomar decisiones. Ante un escenario de elecciones en Chile, se requiere que la ciudadanía elija a aquellos o aquellas que sean capaces de actuar contra la injusticia y proponer formas de convivencia que tengan como centro la dignidad de la persona, como sujeto de la historia y no como objeto de mis estrategias. Mas vale tarde que nunca.