lunes, julio 31, 2006

¿Hasta cuándo?

Por Eduardo Galeano
En Caná, donde Jesús convirtió el agua en vino para celebrar el amor humano, el odio humano despedaza más de treinta niños en un largo bombardeo. La guerra sigue, como si nada. Como de costumbre, dicen que fue un error. ¿Hasta cuándo los horrores se seguirán llamando errores?
Esta guerra, esta carnicería de civiles, se desató a partir del secuestro de un soldado. ¿Hasta cuándo el secuestro de un soldado israelí podrá justificar el secuestro de la soberanía palestina? ¿Hasta cuándo el secuestro de dos soldados israelíes podrá justificar el secuestro del Líbano entero?
La cacería de judíos fue, durante siglos, el deporte preferido de los europeos. En Auschwitz desembocó un antiguo río de espantos, que había atravesado toda Europa. ¿Hasta cuándo seguirán los palestinos y otros árabes pagando crímenes que no cometieron?
Hezbolá no existía cuando Israel arrasó el Líbano en sus invasiones anteriores. ¿Hasta cuándo nos seguiremos creyendo el cuento del agresor agredido, que practica el terrorismo porque tiene derecho a defenderse del terrorismo?
Irak, Afganistán, Palestina, Líbano. ¿Hasta cuándo se podrá seguir exterminando países impunemente?
Las torturas de Abu Ghraib, que han despertado cierto malestar universal, no tienen nada de nuevo para nosotros, los latinoamericanos. Nuestros militares aprendieron esas técnicas de interrogatorio en la Escuela de las Américas, que ahora perdió el nombre pero no las mañas. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando que la tortura se siga legitimando, como hizo la Corte Suprema de Israel, en nombre de la legítima defensa de la patria?
Israel ha desoído cuarenta y seis recomendaciones de la Asamblea General y de otros organismos de las Naciones Unidas. ¿Hasta cuándo el gobierno israelí seguirá ejerciendo el privilegio de ser sordo?
Las Naciones Unidas recomiendan, pero no deciden. Cuando deciden, la Casa Blanca impide que decidan, porque tiene derecho de veto. La Casa Blanca ha vetado, en el Consejo de Seguridad, cuarenta resoluciones que condenaban a Israel. ¿Hasta cuándo las Naciones Unidas seguirán actuando como si fueran otro nombre de los Estados Unidos?
Desde que los palestinos fueron desalojados de sus casas y despojados de sus tierras, mucha sangre ha corrido. ¿Hasta cuándo seguirá corriendo la sangre para que la fuerza justifique lo que el derecho niega?
La historia se repite, día tras día, año tras año, y un israelí muere por cada diez árabes que mueren. ¿Hasta cuándo seguirá valiendo diez veces más la vida de cada israelí?
En proporción a la población, los cincuenta mil civiles, en su mayoría mujeres y niños, muertos en Irak, equivalen a ochocientos mil estadounidenses. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando, como si fuera costumbre, la matanza de iraquíes, en una guerra ciega que ha olvidado sus pretextos? ¿Hasta cuándo seguirá siendo normal que los vivos y los muertos sean de primera, segunda, tercera o cuarta categoría?
Irán está desarrollando la energía nuclear. ¿Hasta cuándo seguiremos creyendo que eso basta para probar que un país es un peligro para la humanidad? A la llamada comunidad internacional no la angustia para nada el hecho de que Israel tenga doscientas cincuenta bombas atómicas, aunque es un país que vive al borde de un ataque de nervios. ¿Quién maneja el peligrosímetro universal? ¿Habrá sido Irán el país que arrojó las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki?
En la era de la globalización, el derecho de presión puede más que el derecho de expresión. Para justificar la ilegal ocupación de tierras palestinas, la guerra se llama paz. Los israelíes son patriotas y los palestinos son terroristas, y los terroristas siembran la alarma universal. ¿Hasta cuándo los medios de comunicación seguirán siendo miedos de comunicación?
Esta matanza de ahora, que no es la primera ni será, me temo, la última, ¿ocurre en silencio? ¿Está mudo el mundo? ¿Hasta cuándo seguirán sonando en campana de palo las voces de la indignación?
Estos bombardeos matan niños: más de un tercio de las víctimas y a veces bastante más, como en Caná. Quienes se atreven a denunciarlo son acusados de antisemitismo. ¿Hasta cuándo seguiremos siendo antisemitas los críticos de los crímenes del terrorismo de Estado? ¿Hasta cuándo aceptaremos esa extorsión? ¿Son antisemitas los judíos horrorizados por lo que se hace en su nombre? ¿Son antisemitas los árabes, tan semitas como los judíos? ¿Acaso no hay voces árabes que defienden la patria palestina y repudian el manicomio fundamentalista?
Los terroristas se parecen entre sí: los terroristas de Estado, respetables hombres de gobierno, y los terroristas privados, que son locos sueltos o locos organizados desde los tiempos de la Guerra Fría contra el totalitarismo comunista. Y todos actúan en nombre de Dios, así se llame Dios o Alá o Jehová. ¿Hasta cuándo seguiremos ignorando que todos los terrorismos desprecian la vida humana y que todos se alimentan mutuamente? ¿No es evidente que en esta guerra entre Israel y Hezbolá son civiles, libaneses, palestinos, israelíes, quienes ponen los muertos? ¿No es evidente que las guerras de Afganistán y de Irak y las invasiones de Gaza y del Líbano son incubadoras del odio, que fabrican fanáticos en serie?
Somos la única especie animal especializada en el exterminio mutuo. Destinamos dos mil quinientos millones de dólares, cada día, a los gastos militares. La miseria y la guerra son hijas del mismo papá: como algunos dioses crueles, come a los vivos y a los muertos. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando que este mundo enamorado de la muerte es nuestro único mundo posible? Leer artículo completo.

1 comentario:

franhilz dijo...

Los gringos lo escriben Qana, pero en castellano debe ser simplemente Cana.

En la actual guerra entre Israel y Jizbaláh, la pequeña ciudad de Cana, en el sur del Líbano ha sido usada para lanzar hasta hoy, más de 150 proyectiles contra la población israelí - llevando destrucción y muerte a Haifa, Kiriát-Shmona, Maalót y Nahariya.

Cana es uno de los principales centros de actividad de Jizbaláh, y ya en el pasado su población ha sufrido el que los terroristas la usen constantemente de escudo humano para atacar al país vecino del sur.

Hechos de la madrugada del 30 de julio - día de la tragedia:

1. Esa madrugada hubo tres ataques de la Fuerza Aérea israelí a Cana (helicópteros, no aviones como se ha desinformado)
2. El primer ataque fue entre las 12 de la noche y 1 de la madrugada
3. Ese ataque fue dirigido a unos 30-40 metros de un grupo de edificios que, en principio, se pensaba estaban practicamente vacíos
4. Fue uno de esos edificios el que finalmente se derrumbó, causando la tragedia

5. Hubo un segundo ataque algunas horas más tarde, a puntos alejados de Cana
6. y el ataque final, alrededor de las 7 AM, ya de día - que fue a unos 500 metros del edificio de la tragedia

7. Es decir, el único ataque CERCANO al edificio de la tragedia fue el de medianoche

8. Sin embargo, los flashes con noticias del derrumbre comenzaron a fluir a las 8 AM, poco después del tercer ataque israelí

9. Hay, entonces, un extraño gap de 7 a 8 horas entre el ataque más cercano al edificio (por el cual podría haberse derrumbado) y la hora del derrumbre real del edificio

10. Ese desface extraño ya ha llamado la atención de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) y es el punto básico de la defensa que este país presenta ante comisión que investiga la tragedia.

¿El derrumbe que mató a los casi 60 civiles libaneses - fue realmente causado por los ataques aéreos israelíes?
Recordar que en ningún momento Israel atacó directamente el edificio
que el ataque más cercano fue a medianoche
y que el edificio se derrumba a las 7-7:30 de la mañana

Una hipótesis que el IDF ha elevado es que material explosivo o proyectiles almacenados en el edificio podrían haber explotado causando la tragedia
Hasta ahora no hay pruebas de algo así
pero esto ha sucedido varias veces en Gaza y Judea-Samaria, donde los grupos terroristas también acostumbran usar casas particulares y subterráneos de edificios para almacenar munición, cohetes y armamento

¿Se puede probar algo así?
Sí. Una investigación seria debería poder encontrar la causa real derrumbe y si hubo explosión, cuál fue el material que la causó.

¿Qué pasó en realidad?
¿Los civiles siguieron durmiendo en un edifico y en una zona que notoriamente estaba bajo ataque constante?

TODOS los residentes del edificio habían dejado la zona días antes - los fallecidos NO ERAN residentes normales del edificio, si no que habían "buscado refugio" allí.
¿Por qué "eligieron exactamente" ese edificio para guarecerse?
¿Alguien los condujo hasta allí?

El equipo libanés de rescate esperó pacientemente para comenzar a trabajar hasta la llegada de la prensa, alrededor de la 9-9:30 AM
y extrañamente no hay filmaciones de nadie rescatado herido y aún con vida
sólo muertos
todos muertos.

Un llamado anónimo alertó a los servicios de rescate libaneses a acudir al lugar a las 7:30 AM

Como se ha notado, todos los cuerpos están en posición de dormir
¿durmiendo mientras helicópteros bombardean alrededor?
varios de ellos, incluso, presentan obvio rigor mortis y caras profundamente blancas como si hubieran estado muertos muchas horas o días.

Israel ya ha exigido autopsias independientes a todos los fallecidos, determinando causa y tiempo de la muerte.
Recordar que durante la Operación Muro Defensivo contra Hamás en Yenín (2002), se descubrió que los palestinos desenterraban muertos de los cementerios y los ponían en la calles cuando la prensa venía. Al menos 100 de estos casos fueron reportados y comprobados a la ONU.

¿Alguien llevó a esta gente a ese edificio en particular?
¿Alguien agregó cuerpos ya muertos a la escena?
¿Alguien "preparó un derrumbe" para cuando hubiera ataques israelíes en la zona?

Oh, ya se han visto casos así y aún peores del uso que la propaganda árabe hace de la ingenua prensa occidental.
No sólo hacia Israel - durante la larga y sangrienta guerra civil del Líbano, estos trucos eran usados por los diferentes bandos muy frecuentemente para 'calentar' y 'azuzar' al bando propio.

En todo caso - la investigación se está poniendo en marcha.
Esperemos resultados prontos y claros.


Texto sacado de Oh!piniones