lunes, diciembre 11, 2006

Nunca más Pinochet 2.


Reproduzco Editorial del Diario La Nación de Chile. 11 de diciembre de 2006.


Ni siquiera fue un buen soldado. No sólo traicionó al Presidente de la República. También a sus propios camaradas de armas que confiaron en él, en horas difíciles para la patria. Sabemos cómo retribuyó al general Prats su delicadeza. Tomará su tiempo asimilar el enorme daño que dejó su entronización en la jefatura del Ejército y del Estado.



Ni después de muertos se puede matizar con los dictadores. Pinochet fue uno más de ellos. Pero el más oprobioso de nuestra historia. De cara al pasado -pero sobre todo ante la inmensidad del futuro- no hay cupo para el recurso bizantino, que no es más que un subterfugio para calmar ciertas conciencias. Todas las chilenas y chilenos sabemos cuáles.
¿Qué “obra” suya puede compararse con los miles de asesinados, detenidos desaparecidos, torturados, exiliados, relegados, vejados en su dignidad, humillados, desplazados, puestos bajo “sospecha”?
Ninguna. Ni el “modelo”, que sus lugartenientes civiles buscan poner a resguardo, resiste la mirada de la decencia…
Por primera vez desde ese opaco martes 11 de septiembre de 1973, anoche, en miles de hogares fueron muchos los que durmieron en paz. Especialmente en las casas de los más humildes, las de la gente sencilla, esos que vieron en el Gobierno del Presidente Salvador Allende la posibilidad de un mundo mejor. ¡Al fin se abren las anchas alamedas!
Nos ha tomado un largo tiempo ir recuperándonos del campo arrasado por Pinochet. La niebla recién comienza a dejar ver el campamento.
Su voluntad de cremación es una enorme metáfora. En la pira griega lo bueno y lo malo tomaba su camino etéreo. Pinochet tomará mañana el suyo.
Habrá quienes busquen reivindicar un cierto legado del dictador. No lo hay. Ya vimos. Ante Pinochet sólo cabe el balance ético. Como de cara a cualquier dictador, rojo o negro. La gran lección del siglo XX que las mujeres y hombre libres hemos aprendido, es que la dignidad humana no admite atajos ni explicaciones para los regímenes de fuerza.


No hay comentarios.: