viernes, marzo 02, 2007

Renovarse o Morir.

Hace algunos años cuando hacía clases de Historia comentaba a mis alumnos las relaciones familiares que existían entre los grupos que detentaban el poder político, económico, intelectual y religioso en nuestro país y como ello era signo de una oligarquía que en ese entonces, amparada en el aparato militar, ejercía un poder que pudo verse interrumpido por la irrupción de la Unidad Popular. Esa oligarquía durante la historia de Chile que va desde 1810 a 1970 se las arregló para, que sin necesidad de ejercer el gobierno, seguir manteniendo el poder a través de la tenencia de la tierra, de los medios de producción y del sistema financiero, situación que, como decía, se puso en serio peligro durante el gobierno de Allende y que precipitó el quiebre de la democracia formal existente. El acceso al sufragio universal y las posibilidades de organización social eran signos de avances en un proceso de construcción democrática en un país donde grandes grupos de la población no tenían acceso a los servicios básicos, a la educación, a la vivienda, a la salud, a la movilidad social lo que nos mostraba como un país muy distante al de la imagen que queriamos proyectar como ejemplo para latinoamérica.
El gobierno militar sirvió para reforzar como nunca el poder oligarquico en Chile, la privatizaciones de las empresas estatales, el dominio de los medios de comunicación, la consolidación del modelo neoliberal y la institucionalidad política electoral permiten a la oligarquía de derecha seguir manteniendo el poder sin ser gobierno, donde el sector político de la derecha no necesariamente representa el poder real que tiene este sector oligarquico, el económico que no trepida en establecer puentes con el gobierno de la concertación con el único fin de influenciar el direccionamiento de la gestión de este hacia sus intereses. Hay momentos que este grupo de influencia utiliza a la derecha política para obstruir iniciativas que puedan afectarla.
Sin embargo, el germen de la oligarquía ha estado, desde siempre, infiltrado en la izquierda, los jóvenes románticos que dieron origen a movimientos como La Sociedad de la Igualdad en el siglo XIX provenían de familias que en ese entonces financiaron sus andanzas por Francia y otros paise europeos empapándose de ideas revolucionarias que intentarían practicar en Chile, estas familias a lo largo de la historia de Chile han tenido ramas en el clero, las fuerzas armadas y en partidos políticos de distinto signo lo que les ha posibilitado sortear con éxito los embates de la historia. Hoy día este germen ha hecho florecer un neo oligarquía, cuyos apellidos ubicados en el centro y en la "izquierda" de la concertación se fortalecen frente a un país representado por una gran cantidad de personas que trabaja, se esfuerza y que espera todavía participar cada vez más en la toma de decisiones, en la creación de opinión pública, en la distribución de la riqueza, en el acceso a educación y salud de calidad y en los beneficios de una sociedad donde la meritocracia prime sobre la pertenencia a una oligarquía trasnochada pero despierta y a una neo oligarquía que comienza a tomar cuerpo.
La discusión de los últimos días sobre los beneficiados de la Beca Presidente de la República para estudios de post grado en el extranjero ha estado centrada si los beneficiados fueron de la oligarquía de derecha en la dictadura o son en mayor omenor cantidad de la neo oligarquía durante los gobiernos de la concertación. Los ciudadanos, espectadores de esta disputa entre grupos de poder, tenemos el derecho y el deber de exigir que mecanismos como este, cuestionado hoy en día, cumplan con beneficiar a los que mas lo necesitan incorporándo, de verdad, un componente de equidad a la movilidad social y solicitar que la información entregada por el gobierno en relación a los becados señale, por ejemplo, los criterios utilizados para las asignaciones y datos que señalen los establecimientos educacionales y universitarios de procedencia de los becados. El episodio señalado debería servir para renovar de verdad el compromiso de nuestras autoridades para con las mayorías de este país que todavía esperan crecer con igualdad.

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