Las relaciones entre las personas, se dan a partir de una interacción permanente de señales que se van encadenado multidireccionalmente, provocando reacciones y nuevas señales, en un proceso continuo que da lugar a emociones, sentimientos y estados de ánimo que condicionan climas y quehaceres.
El trabajo del educador en el aula no es ajeno a esta mirada de la convivencia y comunicación humana, la interacción unidireccional entre un maestro que enseña y un grupo disciplinado que aprende, ha sido superada por la realidad que, a través de multiples estímulos, ha "desordenado" los esquemas relacionales y comunicacionales que se manejaban hasta hace poco. Como en todo proceso de cambio humano, las viejas prácticas se superponen a las nuevas propuestas y acciones. Es por eso que en este tema de las interrelaciones estimulantes de procesos de aprendizajes, el trabajo sobre las emociones puede ser fundamental a la hora de crear climas favorables para la comprensión de las disciplinas que hacen parte del currículum escolar.
El trabajo sobre las emociones, partiendo por los docentes y las suyas, se presenta como un requisito para sanear las relaciones de ellos consigo mismos y con los otros profesionales con los que comparten la misión de administrar tiempos, espacios y recursos para provocar procesos de aprendizajes en los estudiantes y en ellos mismos.
Hay autores y estudios, que serán publicados aquí, que plantean la necesidad de educar las emociones en el profesorado como un paso para el desarrollo de habilidades emocionales en los estudiantes.
El desarrollo de habilidades emocionales en niños, niñas y adolescentes es muy importante para romper con eficacia las relaciones frontales e instalar metodologías de trabajo participativas, lúdicas y significativas. Además, profesores habiles emocionalmente pueden procesar de mejor maneras los conflictos y prevenir el estres inherente a sus funciones. Profesores conscientes de sus emociones y estados de ánimo pueden leer en sus estudiantes las emociones y estados de ánimo que, en ellos, limitan o abren posibilidades a cambios conductuales y aprendizajes efectivos.
El desarrollo de habilidades emocionales en niños, niñas y adolescentes es muy importante para romper con eficacia las relaciones frontales e instalar metodologías de trabajo participativas, lúdicas y significativas. Además, profesores habiles emocionalmente pueden procesar de mejor maneras los conflictos y prevenir el estres inherente a sus funciones. Profesores conscientes de sus emociones y estados de ánimo pueden leer en sus estudiantes las emociones y estados de ánimo que, en ellos, limitan o abren posibilidades a cambios conductuales y aprendizajes efectivos.
Retomamos el trabajo de este blog publicando reflexiones y aportes sobre la educación de habilidades emocionales. Esperamos comentarios y nuevas colaboraciones.
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