lunes, julio 24, 2006

Educación para la Paz.

La guerra en el cercano oriente nos hace reflexionar sobre las situaciones de violencia que se viven en nuestras sociedades y en la ncesidad de reforzar la educación para la paz.
Educar para la paz supone enseñar y aprender a resolver los conflictos. El conflicto está presente de forma permanente en nuestra sociedad como manifestación de la diversidad de intereses y cosmovisiones. Los conflictos que suelen tener diversidad de causas y argumentaciones: territoriales, culturales, económicas, sociolaborales, etc.., tradicionalmente se resuelven mediante el uso de la fuerza y mediante la imposición de la voluntad del más fuerte. No hay soluciones mágicas pero hay mecanismos para resolver los conflictos de forma diferente y que forma parte de la cultura de la paz:
Eliminación de los factores socioeconómicos que pueden generarlo .
Desarrollo de una justicia nacional e internacional
Previsión del conflicto mediante la observación y política e intervenir para redimensionarlo.
Control y autocontrol de la agresividad.
Diálogo, negociación o mediación sin que obligatoriamente haya de haber vencedores y vencidos.
Estrategias y técnicas didácticas para educar en el aula.
Educar para la paz es una forma particular de educar en valores. Cuando educamos, consciente o inconscientemente estamos transmitiendo una escala de valores. Educar conscientemente para la paz supone ayudar a construir unos valores y actitudes determinados tales como la justicia, libertad, cooperación, respeto, solidaridad, la actitud crítica, el compromiso, la autonomía, el dialogo, la participación. Al mismo tiempo se cuestionan los valores que son contrarios a la paz como la discriminación, la intolerancia, la violencia, el etnocentrismo, la indiferencia, el conformismo. Así la construcción de una cultura de la paz fundamentada en los valores anteriores quiere decir que debe haber un compromiso social desde todas las esferas generando políticas e intervenciones que los refuercen.
Educar para la paz es una educación desde y para la acción. No se trata de educar para inhibir la iniciativa y el interés sino para encauzar la actividad y el espíritu combativo hacia la consecución de resultados útiles a la sociedad. Se trata de participar en la construcción de la paz.
Educar para la paz es un proceso permanente y por tanto esto se ha de recoger en los proyectos educativos. Esto también ha de quedar recogido en los programas o intenciones de los agentes educativos no formales tal como medios de comunicación, organismos no gubernamentales, administraciones locales, etc..
Educar para la paz supone recuperar la idea de paz positiva. Esto implica construir y potenciar en el proceso de aprendizaje unas relaciones fundamentadas en la paz entre los alumnos-padres-profesores; entre ciudadano y poder. De ello se deriva la necesidad de afrontar los conflictos que se den en la vida del centro y en la sociedad de forma no violenta.
Educar para la paz desde el curriculum escolar implica darle una dimensión transversal de forma que afecte a todos los contenidos de todas las áreas o disciplinas que se estudian pero también a la metodología y organización del centro. Esta habrá de establecer los mecanismos que la favorezcan.
Finalmente podemos decir que metodológicamente se debería intervenir desde los diferentes ámbitos de influencia (escuela, medios de comunicación, ONG, movimientos asociativos, familias, etc..) para :
Proporcionar situaciones que favorezcan la autoestima como base importante de las relaciones personales y sociales.
Proporcionar situaciones que favorezcan la comunicación y convivencia con el interior y el exterior de los contextos.
Participar en celebraciones y actos relacionados con la paz y solidaridad.
Crear climas democráticos en las aulas, centros y otros contextos de relación.
Fomentar la reflexión, el intercambio de opiniones y la argumentación como defensa.
Fomentar la comprensión de los puntos de vista de los compañeros
Consensuar y difundir las normas de convivencia.
Fomentar el trabajo en grupo y los proyectos colectivos.
Utilizar técnicas de reflexión y desarrollo moral: debates sobre experiencias, clarificación de valores, discusión de dilemas, resolución de conflictos, dramatizaciones, juegos de simulación, etc..

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado amigo...he revisado con minuciosa atención y concienzudo detenimiento los escritos que has publicado en tu blog, y me llama la atención, aunque no demasiado, que muchos de los posteos que recibes, para bien o para lo contrario, te señalan y en ocasiones te reprochan ser un izquierdista. No llevo una estadística sobre el caso, pero también me ha parecido que en los posteos que recibes, nadie te ha tratado de democratacristiano. No lo digo en un sentido peyorativo, como sí es utilizado el término izquierdista, pero francamente debiera mover a un análisis profundo el que tus pistas y señales dejadas en este blog no permitan identificar que el sujeto que teclea los textos es un democratacristiano...será acaso buen amigo que usted es un hombre de izquierda y no otra cosa...le comento que desde muy niño he sentido un gran orgullo al definirme como de izquierda, por eso me causa gracia cuando algunos intentan ofender o menoscabar con el término, te recomiendo que leas lo que escribes y vayas a las oficinas del registro electoral, allá sabrás que hacer.
un abrazo y abrígate que hace más frio que la mierda en la capital.
alvaro

Anónimo dijo...

Y qué es ser de izquierda por estos días? Si bien es una pregunta añeja, sigue sin respuesta para mí...
Saludos
Rodrigó